Los principales factores de riesgo asociados a la disfunción eréctil son los siguientes:
Edad: la probabilidad de padecer de la disfunción eréctil, así como su severidad, se incrementan conforme aumenta la edad, aunque no debe ser considerada como una consecuencia inevitable de la misma.
Diabetes mellitus: es la enfermedad endocrina asociada con mayor frecuencia a esta enfermedad. La probabilidad de padecer disfunción eréctil es tres veces superior en pacientes con diabetes mellitus en comparación con la de la población general. El 15% de los varones sanos con disfunción eréctil presentan una sobrecarga de glucosa alterada. Los mecanismos etiopatogénicos implicados en el desarrollo de de la disfunción eréctil en los diabéticos serían vasculares, neuropáticos y por disfunción gonadal.
Enfermedad cardiovascular: se ha demostrado la asociación de disfunción eréctil con la presencia de cardiopatía, hipertensión arterial, enfermedad vascular periférica y descenso del colesterol HDL.
Tabaquismo.
Secundaria a fármacos: fármacos que causan hiperprolactinemia, que disminuyen los niveles de testosterona, psicotropos y antihipertensivos.
Secundaria al consumo de drogas: cocaína, heroína, etcétera.
Trastornos afectivos: se han relacionado con la aparición de disfunción eréctil tanto las causas psicológicas como la baja autoestima, los conflictos de pareja, el estrés, una educación sexual muy prohibitiva, traumas o abusos sexuales en la infancia, trastornos de identidad sexual, o trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad y la psicosis.